Tras comenzar su relación con la pintura de forma autodidacta (a los 16 años realizó su primera exposición), en 1948 la Diputación de Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao le concedieron una beca con la que se trasladó a Madrid para continuar sus estudios en el taller de Daniel Vázquez Díaz, hasta 1955. Junto con este dio sus primeros pasos en el cubismo.
En 1950 conoció a otro artista que tuvo gran influencia sobre su producción y su mentalidad artística, el escultor vasco Jorge Oteiza; junto a él se introdujo en la división y análisis del espacio propia del constructivismo. También aprendió de Oteiza la mentalidad de creación artística conjunta, donde participaran numerosos artistas y diferentes artes.
En 1956, y tras realizar diversas exposiciones en España, se trasladó a París. En esta ciudad conoció a otros artistas españoles residentes allí, con los cuales en 1957, en el café Rond Point fundaron el Equipo 57; integrantes de dicho grupo fueron José Duarte, Ángel Duarte y Juan Serrano. En este época, a través de José Ortega, descubre la técnica del grabado y se integra en el movimiento de "Estampa Popular" del País Vasco. Esta es su época del constructivismo.
Durante los años 60 inicia su actividad política, siendo detenido en junio 1962 en Bilbao. Durante los 21 días que estuvo en comisaría fue torturado. «Nos pegaron hasta despellejarnos. El pellejo lo teníamos fuera de su sitio; teníamos partes del cuerpo en carne viva. Yo orinaba sangre muchos días», recordó Ibarrola. Como ha señalado el historiador César Lorenzo, «la ideología comunista del detenido, a quien acusaban de ser informante de Radio España Independiente, la Pirenaica; su relativa juventud (31 años) y el momento y el lugar de la detención, en una de las provincias de mayor conflictividad obrera, jugaron en su contra». Fue condenado en un consejo de guerra a nueve años de prisión.
Estuvo encarcelado en la prisión de Burgos entre 1962 y 1965. Posteriormente participó en diversas huelgas obreras, motivo por el cual fue encarcelado de nuevo en 1967 y estuvo en prisión hasta 1973. Durante ambas estancias en prisión continuó pintando.
Su obra pictórica es un desarrollo plástico de su ideología política, pudiendo ser inscrita dentro de la pintura social, denunciando la realidad del proletariado y el mundo rural. Su obra conjuga el espíritu vasco con el compromiso social con los trabajadores, las gentes más humildes y tiende hacia el expresionismo.
Fundador y miembro del Equipo 57, en cuyo seno realizó diversos estudios sobre los espacios curvos y sobre las relaciones positivo-negativo y cóncavo-convexo que posteriormente influyeron notablemente en su planteamiento estético. En la década de los 80 inició su actividad escultórica y su singular visión de la obra pictórica, reflejada posteriormente en algunas de sus obras, como sus "Bosques".
Hace algunos años decidió retirarse a su caserío realizando obras pictóricas y escultóricas de gran formato, y trabajando en sus intervenciones en la naturaleza en sus Bosques, decoraciones pictóricas realizadas en árboles. Un ejemplo de estos, y quizá su trabajo más conocido, es el Bosque de Oma, cerca de Guernica. En él se inspiró el dramaturgo Pedro Víllora para su obra Electra en Oma.
Siguiendo el "formato" elegido en Oma, Ibarrola realizó en Salamanca el conocido como "Bosque Encantado". Se trata de un lugar, a orillas del río Tormes, donde se han ubicado una serie de olmos secos, debido a la enfermedad de la grafiosis, propia de estos árboles. Con ellos, Ibarrola, junto con algunos alumnos de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca creó el citado bosque, decorando los olmos con motivos de pintura de vivos colores, por la que hubo gran controversia social. En 2012 y después del deterioro por las inclemencias del tiempo esta obra fue completamente desmantelada.
En 1993, algunas de sus obras, y otras de Jorge Oteiza y Jon Iturrarte sufrieron sucesivos atentados por motivos políticos, todas ellas ubicadas en el País Vasco. En el año 2000 fueron destruidas las cortezas de unos cien árboles del Bosque de Oma y dos fueron talados tras una primera agresión de los propietarios del Bosque. Otras obras del artista también sufrieron agresiones
En los últimos años se ha involucrado en movimientos sociales por lucha contra el terrorismo de ETA en el País Vasco, siendo miembro fundador a la plataforma ¡Basta Ya! y del Foro de Ermua (cuyo logo, El Faro, fue diseñado por él en 1998) de lucha cívica contra el terrorismo en el País Vasco. También ha manifestado en diversas ocasiones su apoyo al partido Unión Progreso y Democracia, nacido en el seno de ¡Basta Ya!, llegando a donar para subasta dos de sus obras con el fin de recaudar fondos para dicho partido.